Desde LAB Altea te invitamos a conocer a Gemma Giner abogada especializada en impuestos, quien se desempeña como Senior Manager en el departamento de Política Fiscal para la aviación de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Repasamos su historia de éxito profesional, marcada por el arrojo, la valentía y la persecución de sueños como eje fundamental.
Nacida en Benidorm , Gemma vivió sus primeros años en Altea. Espacio con que a pesar de la distancia, mantiene un fuerte arraigo. Participa habitualmente de las actividades tradicionales del pueblo, como son las fiestas de moros y cristianos. Las visitas constantes le permiten mantener el contacto y compartir con amistades de toda la vida.

Tras completar el bachillerato en Altea, la movilidad fue, además de una inquietud personal, una constante mientras realizaba sus estudios en Alicante. Participó de un programa de erasmus internacional en Dinamarca y completó el quinto año de su carrera en Barcelona. Esta última se convertiría en la ciudad en que comenzaría su carrera profesional.
“A veces no me puedo creer que haya llegado aquí. A mi siempre me ha gustado la fiscalidad porque era una rama del derecho y la administración de empresas pues que conjuga muy bien conmigo”.
Elegir un camino: curiosidad e ilusión
Las decisiones profesionales en la carrera de Gemma no solo han sido guiadas por el “normal” desarrollo de su actividad, ni menos se han desarrollado de una forma lineal. Existió desde un comienzo la inquietud de relacionar sus conocimientos con aquellas actividades que le gustaban y llamaban su atención.
«A mi la aviación siempre me había gustado. Más allá de la idea romántica de volar, me parece que va íntimamente ligado a la libertad y viajar siempre me había gustado. Me interesaba mucho entender cómo funcionaban los distintos stakeholders que hay en la aviación: aeropuertos, proveedores, agencias de viajes etc”.
Con esa idea en mente, realizó un máster en gestión aeronáutica. Con estos nuevos conocimientos y el convencimiento de perseguir esa afición, comenzó a trabajar en Volotea. Para aquel entonces era solo una pequeña aerolínea, que con 5 aviones buscaba hacerse un lugar en un competitivo mercado. Aquella pequeña aventura se convertiría en 7 años trabajando en la empresa
“En ese tiempo vi muchas partes del funcionamiento de una aerolínea y desde temas legales a financieros y fiscales que eran mi especialidad. Llegó un momento que se me dio la oportunidad de dar el salto a la asociación de las aerolíneas internacionales y hace 9 meses que me mudé a Ginebra para trabajar con ellos.
Ser valiente
Luego de terminar su carrera Gemma se encontraba en una situación que para muchos habría sido ideal. Trabajaba en un despacho de renombre en España (Cuatrecasas). Un espacio con más de 100 años de experiencia y muy consolidado.
“Yo podría haber estado allí toda mi vida. Hacía bien mi trabajo, estaban contentos conmigo y me gustaba. Pero el tema de la aviación era algo que siempre estaba allí”.
De esta manera describe esta la oportunidad de realizar ese cambio profesional y personal.
“Se me presentó de una manera especial. Era una startup. No te daba la seguridad de estar trabajando en una empresa sólida. Pero algo me pesó más… dije es que cuantas veces me va a pasar este tren. Cuántas aerolíneas hay en Barcelona y que yo pueda tener acceso. No soy ingeniera, no tengo idea. Tienes que atreverte, la vida es para los valientes” .
Sin ser una decisión fácil, asegura que la volvería a tomar cada vez. Que la curiosidad y la ilusión por algo nuevo y desafiante ha sido un motor constante en su carrera. Plantea además la importancia de que sea esa ilusión la que guíe el camino y no los miedos e incertidumbres normales que suponen los cambios.
“Saber dónde quiero llegar es muy difícil y no todos lo tenemos claro, pero al menos tendremos una idea de más o menos donde nos gustaría estar. Siempre es importante preguntarse si donde estoy ahora me acerca más al sitio donde quiero estar más adelante. Si la respuesta es no entonces hay que cambiar algo. Si la respuesta es sí, disfruta y dalo todo”
Coworking
Al trabajar en una organización internacional que reúne a profesionales de sitios diversos, la flexibilidad horaria y la posibilidad de teletrabajar son fundamentales. Gemma valora esta opción destacando lo que estás prácticas aportan a su labor.

“Los cambios me dan dinamismo. Estar en otro entorno también me ayuda mucho. A la hora de pensar, de ver las cosas desde otra perspectiva”.
De esa manera se enfrenta a cada retorno a Altea. Tras pasar por las oficinas de LAB Altea Coworking deja un positivo mensaje a la comunidad de Labers respecto al trabajo colaborativo y las posibilidades que ofrece un espacio como este.
“Tienes la oportunidad de a lo mejor en una conversación de café conocer a alguien y generar un nexo, ya sea por trabajo, aficiones o historia, que te hace conectar de manera especial. A mi me gusta buscar siempre esos entornos cada vez que puedo (…) En Altea antes del LAB era algo que no existía. La verdad es que es muy chulo que podamos venir aquí a trabajar”.