La compañía OpenAI, dedicada al desarrollo de inteligencia artificial ha lanzado a comienzos del mes de diciembre ChatGPT. Se trata de un servicio gratuito preparado para conversar con humanos y que ha generado revuelo en el mundo por lo impresionante de su funcionamiento y las emociones encontradas que despierta en diferentes sectores de la población
Es que esta nueva versión del chat de OpenAI es capaz de redactar ensayos académicos, contenido digital (la versión original de esta nota por ejemplo), programar o buscar la mejor opción para tus próximas vacaciones.
A diferencia de otros intentos anteriores, este chat puede contar chistes, escribir poemas o debatir tomando partido en una conversación.
La herramienta sin duda supone un beneficio para cualquier organización o profesional a la hora de optimizar el tiempo o recabar información. Pero también, una posibilidad de inundar la web con contenido que se aleja de la mano humana.
Los chatbots GPT proporcionan respuestas rápidas y precisas a las preguntas de los usuarios. Proponen ser útiles en una variedad de aplicaciones, como el servicio al cliente, la atención médica o la educación. Todo esto a través de un sistema que mantiene una conversación de forma natural (lo más posible).
La actual versión se trata de una prueba y tiene algunas limitaciones. En algunos casos, pueden no ser capaces de proporcionar respuestas precisas a preguntas complejas o novedosas. Además, pueden tener dificultades para comprender el tono y el contexto de una conversación, lo que puede llevar a respuestas inadecuadas o poco útiles.
Sin duda esta versión del servicio abre entonces una puerta a la interacción cada vez más cercana con experiencias de inteligencia artificial. Todo esto puede suponer un cambio radical en la forma en que accedemos a la información, nuestra relación con ella y traer nuevas reformas en los ya convulsos ámbitos académicos y laborales.